El pasado viernes empezamos el cole.
Fue un día de alegrías y reencuentros, de contarnos las vacaciones, de recordar, dibujar y de jugar.
Y es que cuando subimos a la clase y nos sentamos en el corcho todos querían hablar y contar cositas: unos habían estado fuera en vacaciones y otros en casa, habían ido a la playa, a la piscina, a pasear, al pueblo de sus familiares... Y todos venían más altos y más morenos. Señal de que el verano nos ha sentado genial para descansar y recargar pilas.
Llegó el momento de las presentaciones, ya que en clase hay un niño nuevo, Adrián, que no nos conoce. Cada uno de nosotros fuimos diciéndole nuestro nombre, y al acabar, acordamos que entre todos le enseñaríamos las cosas del cole y de la clase.
Después hicimos un dibujito para llevar de regalo a casa y tocó el turno de jugar, no sin antes recordar las normas para ello y las consecuencias de no cumplirlas. Pero no hubo problemas, ya somos todos más mayores.
Más tarde el resto de rutinas: desayunar, bajar al recreo, relajarnos después... Y de nuevo a casa!! Dispuestos a volver el lunes con más ganas para empezar a aprender un montón de cosas!!
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